El Índice de Actividad Económica del Banco de Desarrollo Económico para Puerto Rico (IAE-BDE) aumentó en octubre de 2023 por novena vez desde que su tendencia interanual cambió a positiva, a partir del mes de febrero de este año, momento desde el cual la actividad económica creció interanualmente en veintinueve (29) de los últimos treinta y tres (33) meses hasta la fecha, luego de caer desde marzo de 2020, dos meses después del terremoto de magnitud 6.4, acompañado de réplicas, que afectó la Isla. Los cuatro componentes del índice muestran crecimientos interanuales positivos, simultáneos, desde hace cuatro meses, de julio a octubre de este año, lo cual no se registraba desde mediados de 1999. Además, en marzo de 2020, las medidas más estrictas para evitar los contagios por COVID fueron puestas en efecto.
“A modo ilustrativo, el periodo que se destaca del 1999 coincide con los años durante los cuales importantes proyectos de construcción o “megaproyectos”, públicos y privados, aportaban grandemente al crecimiento de la producción económica del país. Meses en los que se registraban crecimientos interanuales de entre 15 y 30% en las ventas de cemento con un nivel de ventas en el vecindario de 4 millones de sacos de cemento. Coincidió en esos meses, además, incrementos de 1 y 2% de un nivel de empleo asalariado de más de un millón de trabajadores. Y pese a que la Isla no estuvo exenta de fenómenos naturales que afectaran el curso normal de la actividad económica, como fue el paso del Huracán Georges en septiembre de 1998, faltaban años para que eventos de alcance global afectaran otras economías, incluyendo la de Estados Unidos y Puerto Rico, como ocurrió luego de los ataques terroristas del 2001, o tras el colapso de las hipotecas de alto riesgo (subprime), que devastó a los inversionistas y al sistema financiero, cuyo inicio tuvo lugar a finales de la primera década del 2000 y que se extendió por todo el mundo”, explicó el presidente del BDE, Luis Alemañy González.
“Otro contraste es el factor demográfico. En Puerto Rico habían 3.808.6 millones de habitantes, según el Censo del 2000, y el último estimado poblacional, intercensal, calculó una población de 3.221.8 millones para el 2022, lo cual representa una reducción de casi 590 mil habitantes”, añadió.
El IAE-BDE; herramienta desarrollada para medir el estado actual de nuestra economía, registró 129.4 en septiembre y 129.7 puntos en octubre de 2023. Esto representa un incremento intermensual de 0.9% para septiembre y un crecimiento de 0.2% para octubre. A su vez, si se compara contra el mismo mes del año anterior, la tasa de crecimiento del IAE-BDE subió 6.1% en septiembre y 5.9% en octubre. Esta última alza marcaría el noveno crecimiento consecutivo.
Alemañy González indicó que “en octubre de 2023, los cuatro componentes del IAE-BDE: empleo asalariado no-agrícola, el consumo de gasolina, las ventas de cemento y la generación de energía eléctrica, crecieron 2.7%, 3.3%, 5.1% y 10.9%, respectivamente, lo cual marcaría la cuarta vez a partir del mes de julio de este año que el crecimiento interanual de los cuatro componentes del índice aumenta de manera simultánea, hecho que no ocurría desde el período de abril a julio de 1999”.
Coincidentemente, una parte importante del comportamiento de los componentes de generación de energía y de ventas de cemento lo explica el clima. Durante los meses que tienden a ser más calurosos, el consumo de energía aumenta por encima de los niveles que generalmente se ven de noviembre a abril. De hecho, este pasado octubre fue el mes más caluroso a nivel mundial desde que se llevan registros climatológicos.
Por su parte, el total de las ventas de cemento es un indicador altamente sensible a distintos tipos de eventos locales: climatológicos, de temporada, socioeconómicos, etc., lo cual hace que este indicador sea más volátil en términos estadísticos que el resto de los componentes del Índice. Asimismo, un factor óptimo para la construcción es que el clima sea favorable, y la constante de los meses bajo análisis es que dominó un ambiente de calor extremo, sin disturbios climatológicos que impactaran directamente la Isla.
Otro aspecto para considerarse es que el precio de la gasolina está atado al valor del mercado del barril de petróleo. Pese a que la Organización Mundial de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha escogido restringir la reducción mensual de crudo para limitar la oferta y aumentar los precios de dicha materia prima, el West Texas Intermediate (WTI); una de las mezclas de petróleo que se produce en Estados Unidos (EE. UU.) y que se usa como punto de referencia para seguir el estado de los precios del crudo en la Nación, marcó su mayor precio promedio en lo que va de año el pasado septiembre, en poco menos de $90.00 el barril, por debajo de los elevados niveles que se registraron durante el verano del año pasado. Por lo tanto, el precio de la gasolina a nivel del detallista se ha mantenido similarmente estable en meses recientes y con una tendencia a la baja posterior a septiembre de 2023, todo lo cual pudiera incentivar el gasto en combustible, pese a que, de por sí, la gasolina tiende a ser un bien con un consumo relativamente inelástico.
De acuerdo con el presidente del BDE, queda por atender el indicador sin ajustar del empleo asalariado no-agrícola que lleva treintaiún (31) meses de crecimiento interanual ininterrumpido, con niveles de empleo mensual que no se alcanzaban desde el 2009, aunque el crecimiento muestra señales de que está moderándose.
Los gastos de consumo que no dependen de financiamiento parecen ser el motor detrás del crecimiento en el empleo, dado que los mismos tienden a estar ligados a los ingresos y activos del individuo y no a su capacidad de financiamiento, distinto a como ocurre con las ventas de autos y de bienes raíces, que generalmente dependen de crédito para su adquisición y que, por lo tanto, y dada la política monetaria más restrictiva que puso en marcha la Reserva Federal de EE. UU., cuyos aumentos en las tasas de interés clave de los fondos federales han encarecimiento algunos tipos de financiamiento, no se han visto tan favorecidas.
Asimismo, cuando se comparan contra el mes anterior (septiembre de 2023), dos de los componentes del Índice bajaron: el consumo de gasolina (-7.2%), y las ventas de cemento (-2.6%). El empleo asalariado no-agrícola aumentó 0.4% y la generación de energía 0.1%.
El promedio del IAE-BDE para el 2022 fue de 123.5, lo cual evidencia un aumento de 2.9% contra el 2021 (120.0 o 3.1%). A su vez, el promedio del IAE-BDE para el año fiscal 2023 terminó en 124.6, un alza de 2.2% versus el año fiscal 2022 (121.9 o 2.3%).
Para los primeros diez meses del 2023 (enero – octubre), el promedio del IAE-BDE fue de 127.4, que se traduce a un crecimiento de 3.0% contra el mismo periodo del año anterior. Mientras que el promedio para el periodo de julio – octubre del año fiscal 2024 fue de 128.8 o un crecimiento de 4.9% cuando se compara con respecto al mismo periodo del año fiscal 2023.
“Es importante destacar que las comparaciones interanuales de septiembre y octubre se hicieron contra los mismos meses del año pasado, periodo durante el cual el huracán Fiona dejó sin servicio eléctrico a gran parte de la Isla”, concluyó el presidente Alemañy.
El IAE-BDE es un índice coincidente que resume el comportamiento general de la actividad económica de la Isla, que tiene una alta correlación con los niveles y las tasas de crecimiento del producto bruto real de Puerto Rico, aunque el NO ES su estimado mensual, ya que, entre otras cosas, se calcula a base de cuatro componentes: el empleo asalariado no-agrícola, la generación de energía eléctrica, el consumo de gasolina y las ventas de cemento.
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