Don Jack Desperak judío de nacionalidad polaca y residente en Puerto Rico, con 98 años de edad, tenía 15 años cuando vivió la pesadilla de perder a sus familiares asesinados en las cámaras de gas de los nazis en Polonia. Él mismo fue sometido a trabajo forzoso, hambruna y tortura. Fue una experiencia de la que logró sobrevivir, pero que cobró la vida de más de seis millones de judíos en Europa y otras minorías del 1941 al 1945, durante la Segunda Guerra Mundial.
Desperak vive en Puerto Rico desde 1955, donde se casó con Doña Tita, una barranquiteña y ambos fundaron una familia de varias hijas, nietos y biznietos. En su brazo izquierdo aún se destaca el número 50785, tal como fue tatuado por oficiales del gobierno alemán para identificarlo como prisionero cuando lo enviaron al campo de concentración y exterminio de Auschwitz, en Polonia.
En la tarde de ayer, la comunidad judía en Puerto Rico, se reunió en el lado sur del Capitolio para conmemorar el Día de la Recordación del Holocausto Judío y en recuerdo de las víctimas de los nazis en el gueto de Varsovia en el 1943. En dicho lugar se levanta el Monumento en Recordación, una creación de los artistas Michael Berkowicz y Bonnie Srolovitz. Es una hermosa obra en hierro que recrea un rollo de la Torá, donde se honran a las víctimas y sobrevivientes del holocausto, pero también a los que no se quedaron de brazos cruzados mientras sus vecinos eran condenados a la muerte en manos de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
“A 80 años de aquel valiente acto, Yom HaShoá, nos reunimos aquí para señalar que nunca debemos olvidar lo que pasó, y sobre todo para que sigamos combatiendo la xenofobia, el racismo y el discrimen”, señaló Diego Mendelbaum, director del Centro Comunitario Judío de Puerto Rico. El recuerdo del 'Shoá', que significa literalmente "la catástrofe" en el término judío para referirse al Holocausto, pretende con la celebración anual del Yom HaShoá que aquel genocidio y sus víctimas no caigan en el olvido.
La plaza al lado sur del Capitolio, donde se llevó a cabo la actividad de recordación, también alberga el monumento a las víctimas de la Masacre de Lod, en memoria de 17 viajeros puertorriqueños que murieron durante el ataque terrorista del 30 de mayo de 1972 en el aeropuerto Ben Gurion de Israel antes de comenzar su propósito de visitar Tierra Santa.
En el evento se leyeron proclamas del gobernador Pedro Pierluisi, del presidente del Senado, José Luis Dalmau, así como mensajes del Rabino Mendel Zarchi y del Rabino Hernán Rustein. Además se realizó la ceremonia de las velas, a cargo de Shula Feldkran, así como cánticos de Young Judaea de Puerto Rico y el reconocido Himno de los Partisanos, ‘Zog nit kein mol’, escrito por un joven poeta judío polaco, Hirsh Glick.
Dicha pieza se convirtió en un himno para los partisanos de la resistencia judía contra el nazismo, y hoy en día suena en muchos homenajes a las víctimas del Holocausto. Lamentablemente, Glick su no llegó a conocer la fama que alcanzó la canción, luego de escapar de un campo de concentración alemán en Estonia en 1944, nunca se volvieron a tener noticias de él. La teoría más aceptada es que fue capturado y asesinado por los nazis alemanes.
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