El Día del Jefe es una fecha conmemorativa que curiosamente se celebra por un descuido de una trabajadora en Estados Unidos, Patricia Bays Haroski, quién un 16 de octubre de 1958 olvidó el cumpleaños de su jefe que también era su padre.
La joven era secretaria en la State Farm Insurance Company, en Deerfield, Illinois. Y al estar tan saturada de trabajo terminó borrando de su mente el importante evento, según informó el portal Día Internacional.
Para compensar, Bays Haroski registró el Día Internacional del Jefe un día después del insólito hecho, en la sede de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos que se encontraba en su ciudad.
Finalmente, en 1962, cuatro años más tarde, el gobernador de Illinois, Otto Kerner, dio por aprobada su petición y desde entonces se celebra la fecha en donde se felicita a los líderes por sus cualidades positivas a nivel mundial.
En realidad, este día busca incentivar en nuestros jefes sus cualidades positivas y recordarles que todos los que están a su cargo siguen siendo personas. En ocasiones, muchos líderes terminan exigiendo demasiado a los grupos a su cargo, pero esto se debe principalmente al estrés, producto de los límites de tiempo para entregar resultados.
Aunque el propósito del Día del Jefe es reconocer el liderazgo de quienes están al frente de un equipo, lo cierto es que muchas personas aseguran que esta fecha ni siquiera debería de existir. Para los más críticos, celebrar el Día del Jefe resulta ridículo e incluso ofensivo.
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