Investigadores de Ponce Research Institute de Ponce Health Sciences University y el Moffitt Cancer Center, evaluarán la hipótesis de que el estrés social crónico mejora la progresión temprana y tardía de los tumores ováricos al promover la inmunosupresión, y que ciertos medicamentos, incluyendo aspirina, antiinflamatorios, antihipertensivos y medicamentos para reducir el colesterol, pueden interrumpir la desregulación inmunológica desencadenada por el estrés. Para esto, se utilizarán datos de varios estudios en poblaciones diversas que han recopilado medidas auto reportadas de estrés social crónico y angustia (por ejemplo, viudez, aislamiento social, depresión, ansiedad) y muestras de tumores ováricos para medir marcadores de actividad inmunológica.
El Dr. Guillermo N. Armaiz-Peña, co-investigador principal de este estudio, informó que un creciente cuerpo de evidencia indica que la respuesta biológica al estrés social crónico puede impulsar la progresión de lesiones precursoras ováricas y el desarrollo de cáncer invasivo mediante la liberación prolongada y sostenida de hormonas del estrés. “Aunque se sabe que el estrés social crónico provoca inflamación persistente, aún existen interrogantes sobre cómo los procesos relacionados con el estrés afectan la respuesta inmune ante los tumores”, señaló Armaiz-Peña, quien destacó que para este estudio se cuenta con subvención de $3,637,875 durante cinco años otorgada por el Instituto Nacional del Cáncer.
-Peña dijo, además, que esta investigación integra el uso de poblaciones humanas y enfoques experimentales para dilucidar cómo las vías de señalización inducidas por el estrés alteran la inmunidad asociada a tumores ováricos, especialmente los tipos celulares inmunosupresores, y para evaluar medicamentos antiinflamatorios que pueden mitigar estos efectos. “El enfoque sinérgico arrojará luz sobre los mecanismos por los cuales el estrés crónico y la angustia mejoran la progresión temprana y tardía de la enfermedad y proporcionarán nuevos objetivos para la interceptación del cáncer”, indicó Armaiz-Peña.
El equipo de investigación que acompaña a Armaiz-Peña en este estudio, que incluye a la Dra. Shelley Tworoger como co-investigadora principal y varios investigadores del Moffitt Cancer Center en Tampa, postula que el estrés social crónico y la angustia están positivamente relacionados con la supresión inmunológica de los tumores ováricos y que la asociación de estas exposiciones con el diagnóstico de cáncer de ovario y la supresión inmunológica tumoral asociada disminuye entre las usuarias de aspirina, antiinflamatorios, antihipertensivos y medicamentos para reducir el colesterol.
“Este estudio innovador permitirá que futuros trabajos puedan identificar a mujeres con mayor riesgo de perfiles inmunológicos relacionados con el tumor asociados con un mal pronóstico y para desarrollar estrategias novedosas de inmunoprevención, farmacoterapias e intervenciones psicosociales para prevenir y tratar el cáncer de ovario invasivo en mujeres que experimentan estrés social crónico y angustia”, abundó el Dr. Armaiz-Peña.
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