Mientras los partidarios del estado puertorriqueño se preparan para una visita a Washington la próxima semana, el defensor del estado Gregorio Igartúa está instando al Congreso a aprobar una legislación que declare a Puerto Rico como un territorio incorporado.
"Esta práctica ha persistido durante más de 127 años bajo el pretexto de conveniencia discriminatoria, tratando a Puerto Rico como no incorporado para algunos fines mientras que considera que está incorporada para otros. Esta distinción arbitraria debe terminar. Contradice los principios descritos en el Preámbulo de los EE. UU. Constitución y los estándares democráticos que se esperan de otros países", declaró.
Igartúa expresó su apoyo a que el Congreso certificara a Puerto Rico como un territorio incorporado, que dijo que esencialmente es, como un paso hacia el logro de la estadidad. Un territorio estadounidense incorporado es una región estadounidense que no forma parte de un estado, pero se considera parte de los Estados Unidos. Recibe todos los beneficios de la Constitución, excepto los reservados específicamente para los estados.
Señaló que esta propuesta se alinea con los intereses de la gobernadora de Puerto Rico, Jennifer González, quien aboga por la estadidad del gobierno federal. También mencionó que en un plebiscito programado para noviembre de 2024, la mayoría de los votantes puertorriqueños apoyaba la estado.
Por el contrario, el exgobernador Ricardo Rosselló anunció planes para presentar los resultados oficiales del plebiscito durante las elecciones de 2024 a los miembros del congreso en Washington, D.C., el 3 de marzo. Esto sigue a que el senador republicano Markwayne Mullin de Oklahoma expresa su voluntad de apoyar la legislación que ofrezca estadidad a Puerto Rico, independientemente de los resultados del referéndum.
Por otro lado, el senador del Partido Democrático Popular (PDP) José Luis Dalmau Santiago criticó la próxima "Cumbre para la Estadidad y la Igualdad", convocada por el gobernador González, declarándola desafortunada debido a la falta de preparación. La cumbre, programada del 2 al 5 de marzo en Washington, D.C., tiene como objetivo abogar por la estadidad ante la Cámara de Representantes y el Senado. Sin embargo, Dalmau señaló que el Capitolio estará cerrado al público el lunes y el martes porque el presidente Donald Trump está programado para pronunciar un discurso durante una sesión conjunta del Congreso el 4 de marzo, lo que limitará el acceso y socavará la efectividad de la cumbre.
"Una vez más, demuestran una falta de coordinación y planificación con respecto a la estadidad. El liderazgo del Nuevo Partido Progresista (NPP) parece estar utilizando el tema para hacer declaraciones políticas en lugar de tomar en serio el tema del estatus. La gobernadora Jennifer González anunció esta cumbre sin considerar el evento significativo del discurso del presidente Trump ante el Congreso", comentó Dalmau.
Recordó además que durante décadas, el NPP ha prometido la estadidad como solución a los desafíos de Puerto Rico, pero sus esfuerzos parecen ser más sobre la estrategia política que la defensa real del tema. "El gobernador y el PNP continúan vendiendo al público una quimera, sin un plan concreto o el apoyo necesario en el Congreso. Esta situación destaca los problemas de credibilidad y eficacia en su administración", agregó el senador.
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