9 de marzo de 2022- Los miembros de la Asociación de Dueños y Operadores de Máquinas de Juegos de Azar en Ruta (DOMAR) radicaron una ponencia ante la Comisión de Turismo de la Cámara de Representantes en la que establece que la organización defiende el requisito de la interconexión de las máquinas de juego de azar en ruta, y a su vez que se evite el desplazamiento de las máquinas locales que actualmente utiliza la industria puertorriqueña de Juegos de Azar en Ruta.
En su ponencia ante la Comisión de Turismo y Cooperativismo, el presidente de DOMAR, Heriberto Pérez, apuntó a que “apoyamos que se establezca un sistema de interconexión que permita a la Comisión de Juegos fiscalizar las máquinas de nuestra industria sin desplazar al comerciante local, incluyendo tanto al operador como al fabricante. Estos últimos son ebanistas, artesanos y técnicos que por décadas han construido aquí las máquinas que utiliza nuestra industria y que vemos en panaderías, colmados y “chinchorros”.
También, destacó que las aportaciones representan un alivio histórico para el retiro digno de la policía. Se trata del Proyecto de la Cámara 1119, que propone enmendar la Ley 11 de 22 de 1933, según enmendada, conocida como la "Ley de Máquinas de Juegos de Azar".
“Con el ánimo de contribuir al proceso legislativo, al retiro digno de la policía y a la fiscalización de las máquinas de juegos de azar en ruta, deseamos afirmar que DOMAR no objeta que exista un sistema de interconexión de máquinas que se adapte a la industria local, en específico a las máquinas existentes al momento de aprobación de la ley, tal y como se establece en la Ley de Máquinas de Juegos de Azar”, declaró.
Según explicó el comerciante, actualmente existen sobre 110 operadores certificados por la Comisión. Cada operador certificado posee un mínimo de cien (100) máquinas con marbetes debidamente emitidos por la Comisión y pueden ubicar un máximo de diez máquinas por negocio. Lo que beneficia a cientos de pequeños negocios que crean empleos y generan una importante actividad económica. Esto se suma a los empleos directos que crea cada operador, así como los artesanos que construyen las máquinas hechas en Puerto Rico.
Por último, expresó que “las máquinas de juegos que hoy vemos en pequeños comercios son hechas por manos puertorriqueñas, creando empleos y economías como parte de la elaboración de estas. Luego de tantos años de lucha, grandes intereses llegaron a Puerto Rico buscando desplazar a esos ebanistas, técnicos y programadores que por años han vendido equipos para sustituirlos con máquinas lujosas, traídas del extranjero. Reiteramos que los miembros de nuestra industria no desean poseer máquinas equivalentes a las que ubican en los casinos, como pretenden algunos que ocurra utilizando como excusa la interconexión. Exigimos fiscalización y un trato justo no discriminatorio contra el de aquí”.
DOMAR es una organización sin fines de lucro debidamente registrada ante el Departamento de Estado de Puerto Rico, que representa a la gran mayoría de los dueños y operadores de máquinas de juegos de azar en ruta debidamente certificados para operar legalmente. Nuestra industria, no sólo está compuesta por operadores y dueños de máquinas, sino también por pequeños comerciantes relacionados con la construcción, operación y mantenimiento de nuestros equipos, incluyendo ebanistas, técnicos, contadores, administradores y otros trabajadores.
En el 2018, la Ley Núm. 257 legalizó el uso de las máquinas de juegos de azar en ruta, entre otros juegos, a tono con las nuevas tendencias mundiales y dispuso que el sistema de interconexión que se estableciera debía ser desarrollado para conectar las máquinas locales.
Sin embargo, a casi cuatro años de aprobada la ley, no ha sido posible sacar del mercado la maquinaria ilegal que se mantiene por la libre bajo el radar del Gobierno en contraste con los operadores certificados que aportan al fisco mediante pago de licencias y contribuciones.
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